Existen diferentes pruebas auditivas. Voy a explicar la audiometría tonal liminar, que es la más habitual, así como la prueba utilizada para determinar si hay hiperacusia.
La audiometría tonal liminar es el test que determina el grado de pérdida auditiva, tanto cuantitativa (umbrales de audición para cada frecuencia) como cualitativa (transmisión/percepción). Para determinar la pérdida auditiva cualitativa se explora la vía ósea (vibrador en el mastoides) y la vía aérea (auriculares).
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| Ejemplo de audiometría tonal liminar con medición de UCL |
La audiometría consta de dos gráficos, uno para cada oído. En el eje vertical tenemos la intensidad del sonido necesaria para escuchar cada una de las frecuencias expresada en dB HL, y en el eje horizontal tenemos un rango de frecuencias que va desde los 125 Hz hasta los 8000 Hz, con una escala expresada en saltos de una octava, es decir, cada una de las frecuencias indicadas es el doble de la anterior.
Las unidades db HL son unas unidades diseñadas para facilitar la interpretación de la audiometría. dB significan decibelios, la unidad logarítmica utilizada para expresar la intensidad del sonido. HL son las siglas en inglés de Hearing Level, es decir, umbral de audición. Si en una audiometría se usaran los dB SPL (Sound Pressure Level), es decir, los decibelios que expresan la presión sonora real necesaria para escuchar un sonido, el resultado de la audiometría sería una línea curva que dificulta la interpretación, debido a la diferente sensibilidad del oído humano que tiene a cada frecuencia audible. El oído humano oye mejor las frecuencias medias, las de la voz humana, mientras que necesita una mayor intensidad para escuchar las frecuencias graves y agudas. Por lo tanto, por cuestiones prácticas, la audiometría se mide en dB HL, lo que en el gráfico da una línea recta horizontal en un sujeto con una audición perfecta.
Así pues, 0 dB HL no significa silencio, sino que hay que interpretarlo como la intensidad del sonido que indica que para una determinada frecuencia no hay pérdida de audición. El valor de esa intensidad se ha obtenido de forma estadística mediante tests a personas jóvenes sin problemas de audición. Este es el motivo por el que el eje vertical del gráfico muestra valores negativos de db HL. Algunas personas, especialmente las que padecen hiperacusia, pueden llegar a mostrar db HL negativos, es decir, escuchan mejor que la media de las personas sanas. Esto tiene sentio debido a que la hiperacusia es una amplificación anormal de los sonidos.
Los hercios o Hz son la unidad utilizada para expresar una frecuencia de una onda sonora, es decir, el número de ciclos por segundo de una onda sonora. El espectro audible del oído humana abarca desde los 20 Hz hasta los 20.000 Hz. Se consideran frecuencias graves las que van desde 20 Hz a 250 Hz. Se consideran frecuencias medias las que van desde 250 Hz a 2000 Hz. Y, finalmente, se consideran frecuencias agudas las que van desde 2000 Hz a 20.000 Hz.
La exploración vía ósea se expresa en la audiometría mediante los símbolos aritméticos mayor y menor, que corresponden al oído izquierdo y derecho respectivamente. Para la exploración vía aérea se utilizan una X y un círculo, que corresponden al oído izquierdo y derecho respectivamente. Normalmente ambas vías se superponen, pero la vía ósea se expresa por encima de la aérea. El símbolo parecido a una m minúscula se utiliza para expresar el UCL o umbral de tolerancia al sonido.
Los valores normales de db HL para cada una de las frecuencias se encuentran entre 0 y 30 dB. En este caso hablamos de normoacusia.
Si ambas vías están superpuestas y por encima de 30 dB se trata de hipoacusia de percepción neurosensorial, es decir, una pérdida auditiva causada por un daño neuronal en el oído interno. Suelen estar más afectadas las frecuencias agudas.
Si ambas vías se separan más de 20 dB se habla de hipoacusia de transmisión. Suelen estar más afectadas las frecuencias graves.
Finalmente, los UCL determinan los dB a partir de los cuales el sujeto percibe molestias al escuchar los tonos puros de cada frecuencia. Por lo tanto, cuanto más bajos son estos valores, más severa es la hiperacusia. En una persona sana estos valores rondan los 100 dB.
Los valores de UCL alrededor de 80-85 dB se consideran hiperacusia leve. Los que están entre 65 dB y 80-85 dB se consideran hiperacusia moderada. Entre 50 dB y 65 dB hablamos de hiperacusia severa. Y, finalmente, por debajo de 50 dB, hablamos de hiperacusia muy severa, grave o crítica.
A continuación vamos a analizar la audiometría que tenemos de ejemplo para ver un caso práctico. En primer lugar, vemos que en ambos oídos ambas vías están prácticamente superpuestas. En algunas frecuencias hay más distancia que en otras pero nunca se supera el límite de 20 dB, con lo que esta persona no tiene hipoacusia de transmisión.
Si nos fijamos ahora en la vía aérea vemos que en el oído izquierdo todas las frecuencias se encuentran entre 0 y 30 dB, llegando a una audición perfecta en la frecuencia de 8000 Hz. En cambio, en el oído derecho vemos una caída muy importante a partir de los 4000 Hz probablemente producido por un trauma acústico, lo que indica que el sujeto tiene serias dificultades para oír a partir de esa frecuencia (aunque al no medirse más allá de los 8000 Hz no sabemos si realmente esa pérdida tan significativa se mantiene hasta los 20.000 Hz, pero es probable que así sea). Sin embargo, en el resto de frecuencias la audición es normal. Podemos hablar de normoacusia.
Los valores de UCL están alrededor de 65 dB, llegando a 60 dB en algunas frecuencias del oído izquierdo. Vemos además que en general la audición es normal. Si tenemos en cuentas estos resultados, y descartadas otras posibilidades, podemos decir que la persona tiene hiperacusia situada en el umbral entre moderada y severa.
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